Se requiere que que el monitor este graduado a una frecuencia de 120 Hz (nada complicado). El problema es que también se necesita que los párpados se abran y cierren a una velocidad necesaria para crear un efecto 3D. Esto se consigue con unos electrodos conectados a los lados exteriores de los ojos que activan los músculos de los párpados. El resultado no puede ser más desconcertante, pero Vogel parece muy convencido de las potencialidades de este dispositivo. Juzguen ustedes.
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